El miedo.
#Posting overnight. No puedo parar de pensar en la astronómica cantidad de miedo que la Humanidad ha ido infundiéndose a sí misma a lo largo de la historia. Y de aquel miedo, estos odios. Una original forma de pecar, reservada a los hombres, que en la cima de la cadena trófica se devoran entre ellos en un éxtasis completamente diabólico en el que también violan, denigran y destruyen a su madre, Tierra. Decía Goya que el sueño de la razón crea monstruos. Pero, claro, sólo eran las corduras de un loco. La foto poco tiene que ver con esto -que no tenía planeado escribir-, salvo en lo que respecta a ese negror de los cielos que parece anunciar la oscuridad que se nos cierne en este globalizado y avanzado estado de disfuncionalidad en que nos hemos instalado.
Sólo es cuestión de ser creativos y liberarse del yugo del juicio permanente. La codicia, la violencia, la envidia, el rencor y en general el fútil sufrimiento son algunas de las consecuencias de aquel miedo original del que he hablado al principio de esta digresión. Ya he terminado.
3 Comments
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Pues ciertamente el miedo, fundamentalmente a uno mismo y nuestra propia inseguridad genera apatía, desconfianza, envidia, soberbia… tanta estupidez… Está claro que el racionalismo materialista ha traído cosas muy buenas, pero seguramente las cosas malas sean tanto o más importantes. Una sociedad deshumanizada. Esperemos que el humanismo y las artes vuelvan a salvarnos.
Sin duda el papel de las artes, como bien decís, es fundamental, aunque se va soterrando precisamente tanto por ese racionalismo como por ese materialismo. Al racionalismo materialista y al materialismo en general no les interesa que dudemos. Y el arte, como comentábamos en la entrevista, tiene entre sus funciones principales las de conmover y sembrar la duda. El humanismo parece haber pasado a la historia como una suerte de moda, una corriente; y hace tiempo que no se ve su influencia por ninguna parte. La pregunta es: ¿Se fomenta suficientemente el arte y las humanidades? La respuesta es obvia: no. Yo voto por un humanismo ilustrado, que haga hincapié en las artes y las ciencias y que emplee los réditos de su funcionamiento al servicio de una sociedad más justa, donde, por supuesto, se premie el talento y la creación real de riqueza.
Abrazos!
¿Quién dijo miedo?, cuando lo puedo enmascarar con pura soberbia. Prefiero una pizca de miedo, que con un mínimo empujón me ayude a superarlo, a que la desfachatez y la desvergüenza me hagan comportarme con insensatez y falta de respeto. No por ello dejo de estar de acuerdo con lo que transmite su tan bien traída digresión. Cada día me viene a la cabeza la idea de 《los humanos deshumanizados》. Gracias.