Victoria 'Longwood Hybrid'. Historia de una primicia fotográfica

La flor de Victoria Longwood Hybrid, Víctor y Victoria

La fascinante expresión floral -nocturna- de esta planta acuática tiene dos versiones en una y sólo vive dos días. La primera noche es una hermosa y fragante hembra de enormes pétalos blancos: la elegante Victoria. Al volver a abrirse la segunda -y última- noche, en un fantástico ejercicio de transformismo acelerado, Victoria ya no es Victoria, es Víctor. Una flor macho de un llamativo color fucsia oscuro y con un diseño totalmente diferente, por supuesto adaptado a las necesidades del proceso reproductivo de la planta. Este acontecimiento, que en palabras de Rut de Las Heras –la periodista de El País que cubrió la noticia– «pone a la institución al nivel de los mejores jardines botánicos», ha situado a nuestra Victoria/Víctor entre los protagonistas destacados de la escena informativa.

Os facilito enlaces a los distintos artículos para que os enteréis mejor de la parte botánica y si os parece, os cuento cómo fue el trabajo de documentar todo esto. Tanto el artículo de El País como el de El Blog de la Tabla son especialmente recomendables

Y la diva se hizo de rogar

Dadas las especialísimas circunstancias que rodean esta floración (que obligan a estar pendientes porque luego todo sucede en horas y con nocturnidad), ha sido necesario estar muy atentos y desplazarse al Jardín cada madrugada para ver si los sépalos de Victoria habían liberado por fin la belleza y el aroma del esperado tesoro floral. Los días previos a este advenimiento, el capullo, que iba ganando porte día a día, ya sobresalía ostensiblemente sobre la superficie del agua, dejando entrever el blanco de los pétalos a través de las cuatro junturas que quedan entre sus dos pares de sépalos.

Madrugadas de expectación

La primera expedición para comprobar si se había abierto la hice la madrugada del sábado, pero no fue hasta el jueves, 17 de septiembre, cuando se produjo el esperado acontecimiento. No me gusta hacerme el pupas ni pretendo añadir dramatismo, pero he de decir que fue una semana físicamente dura para mí, con una intoxicación alimentaria y un fuerte ataque de alergia de por medio; de todos modos, cada día, antes del amanecer, cogía una Bicimad a la puerta de mi casa para atravesar El Retiro y llegar, siempre excitado a pesar de la poca energía con la que alguna mañana salí, a las puertas del Botánico. Lo primero era informar al equipo, en el que estaban también los responsables de Comunicación del Jardín y, por supuesto, el propio Tomás Escribano, el «padre de la criatura», que os aseguro ha vivido, junto con los jardineros, con desvelo y dedicación plenos el desarrollo y cuidado no solo de Victoria, sino también de sus múltiples compañeras de aguas.

Aprovechando los viajes he ido haciendo fotografías y grabando vídeo no sólo de Victoria Longwood sino del resto de la colección. Ah!, y de un precioso gorrioncito que se nos unió los primeros días. Os dejo algunas otras imágenes, algunas de ellas hasta ahora inéditas.

Primeras fotos

Cuando hice la primera foto le pedí a un jardinero que me hiciese a mí una foto haciéndola. No me gusta salir en las fotos, pero la ocasión lo merecía. Para la segunda foto, como Tomy estaba metido en el agua, fue él quien me inmortalizó mientras la tomaba.

Después me fui a casa a procesar más material y para trabajar en el vídeo de la exposición, una pieza de un minuto; un resumen musicalizado que muestra algunas de las plantas y flores de la colección y que se publicó el pasado viernes. Este es el resultado:

Al día siguiente Victoria era Víctor. Aún no salgo de mi asombro…

No me queda mucho más que decir, salvo destacar lo satisfecho y orgulloso que me siento por el resultado del trabajo y por formar parte de un gran equipo. También por haber acercado al público, desde la propia cercanía que yo he sentido, la belleza y la inteligencia de la Madre de Tierra, a la que, por cierto, aprovecho para denunciarlo, seguimos sin escuchar suficientemente. En fin, una experiencia increíble. Lo de la primicia en realidad es lo de menos.

Otras referencias a Victoria