Más de 30 provincias en alerta este viernes por altas temperaturas


Viernes de calor extremo

Dracarys. Viernes infernal. Vuelve el fuego a Madrid

Antonello Dellanotte | Madrid, 12 de julio de 2019

¡Dracarys! Y todos achicharrados a la voz de Daenerys Targaryen…
Así es como estaremos hoy viernes en Madrid y en otra treintena de provincias donde AEMET ha activado alertas -amarillas y naranjas- por temperaturas máximas.
Esta ola de calor tiene anomalías, como viene siendo la tendencia general en los registros meteorológicos. Primero, que ha venido precedida de unos días -y noches- bastante frescos y, segundo, que va a durar apenas día y medio. El domingo no superaremos los 32°C, mientras que hoy podríamos superar los 41°C. El tiempo se está volviendo loco, o eso me parece a mí.
Esta fotografía, en la que el Angel Caído parece estar escupiendo una gigantesca lengua de fuego, fue tomada hace unos días, al poco de terminar la pasada -e históricamente más intensa- ola de calor de finales de junio.
Cabe preguntarse si somos conscientes de cómo está cambiando el clima y de lo rápido que lo está haciendo.

El Angel Caido
El Ángel Caído parece estar escupiendo fuego. Junio 2019. ©2019 Antonello Dellanotte

Olas de calor cada vez más frecuentes e intensas

Según reporta AEMET en un informe publicado el pasado 2 de julio, la ola de calor que afectó a grandes áreas del oeste del continente europeo y, en particular, a zonas del centro, norte y nordeste de la Península e Islas Baleares entre el 26 y el 30 de junio fue extraordinaria por su intensidad. Así se desprende de un estudio elaborado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica. Sus resultados dan cuenta de la excepcional intensidad del episodio y revelan también cómo las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas en estas zonas recientemente afectadas por el calor extremo.

Precauciones

Los efectos de estos episodios sobre la salud son significativos y pueden ser devastadores. Especialmente para los grupos de riesgo (niños, ancianos y enfermos crónicos), pero tambien para la población general, aparte de los efectos sobre la piel y los temidos golpes de calor, el organismo se resiente no sólo ante a estas elevadas tempertaturas sino también frente a la calidad del aire que respiramos cuando los termómetros alcanzan cifras de récord.  Las medidas de prevención frente a los efectos de estos episodios en la salud las conocemos, pero conviene recordarlas y quizá añadir alguna para los que tengan la suerte de poder disfrutar a diario del Parque del Retiro de Madrid o de cualquier otra zona verde de la ciudad.

  • Hidratación y alimentación. No solo estar bien hidratados es fundamental; también conviene comer ligero y sano y cenar aún más ligero. Debemos evitar las bebidas alcohólicas (que producen deshidratación) y asegurarnos de que nuestro menú incorpore ensaladas, verduras, sopas frías y gazpachos y frutas.
  • Ejercicio y actividad al aire libre. Es de cajón, pero conviene recordarlo. En estos días las horas centrales de la jornada debemos vetarlas si tenemos pensado realizar deporte o cualquier actividad al aire libre. Y hay que tener en cuenta que este rango horario se agranda durante las olas de calor.
  • Protección solar. Es normal que los indices UV máximos alcancen valores de 10 u 11, es decir, extremos. Hay que ponerse crema con filtro solar todos los días; y mejor factor 50 que 30, si no pantalla total. La piel sufre daños irreversibles y acumulativos con la exposición a estos índices de insolación.
  • Pasear por parques y zonas verdes a primera hora es una gran idea. Además de que la tempertura en estas zonas es sensiblemente inferior, el aire que se respira es diferente al de las zonas de asfalto y edificios. Adicionalmente, el cuerpo descansa del aire acondicionado y se aclimata de forma natural al medio, quedando mejor preparado para las horas de calor venideras. Os contaba en otro artículo que el Campo Grande de El Retiro es un lugar mágnifico que ofrece una alternativa realmente refrescante.

Las ciudades frente al cambio climático

Las expectativas, a sólo 20 años vista, para el planeta en general y para ciertas áreas del globlo en particular, como es el caso de la Península Ibérica no son nada halagüeñas. La amenaza de desertificación es ya más que una amenaza. Los espacios naturales y sus hábitats corren un peligro cierto y las ciudades se enfrentan a retos extraordinarios que deben enfrentarse aunando esfuerzos y usando el sentido común. Igual que sucede en Juego de Tronos, se acercan tiempos donde todos vamos a tener, con independencia de nuestras ideologías y circunstancias, un enemigo común. Y al igual que en la serie, toca actuar unidos.

Id por la sombra!


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