Tesoros de la Candidatura de Prado y Retiro a Patrimonio Mundial por UNESCO
Las fuentes de La Alcachofa
Antonello Dellanotte | Madrid, 16 de agosto de 2019
Los que suelen pasear por El Retiro estarán, a buen seguro, familiarizados con la Fuente de la Alcachofa. Situada en el extremo suroeste del Estanque Grande, en la Plaza de Honduras, luce siempre espléndida; rodeada de castaños, sus dimensiones la hacen perfecta para el espacio donde está ubicada.Sería la aportación más importante del arquitecto madrileño Ventura Rodríguez, junto a las fuentes de Cibeles, Apolo y Neptuno, en el desarrollo del proyecto del Salón del Prado, llevado a cabo en tiempos de Carlos III.
Pero lo que muchos no saben es que esta maravilla, diseñada por nuestro ilustrado arquitecto y esculpida por Alfonso Bergaz y Antonio Primo, estuvo desde 1871 hasta 1881 en el extremo sur del eje del Prado, es decir, en la Glorieta de Atocha. Fue en 1877 cuando se decidió trasladarla al Retiro, pero no fue hasta 1881 que se llevó a efecto, bajo la dirección de José Urioste, dicho traslado.
En el año 1986, tras ser desmantelado el scalextric de Atocha, se decidió devolver la presencia del tritón y la náyade (las figuras mitológicas que sostienen el escudo de Madrid) a su ubicación original. Para ello se realizó una réplica exacta en bronce, que es la que desde esa fecha, podemos ver en la Glorieta de Carlos V.
La fuente original
No tendría mucho sentido hablar de la réplica y no hacerlo de la obra original. En el portal municipal Patrimonio y Paisaje está descrita como «Gran fuente monumental, también conocida como del Tritón por la figuras mitológicas de un tritón y una náyade que la decoran, la cual formaba parte del plan de embellecimiento del Salón del Prado, promovido durante el reinado de Carlos III y diseñado por José de Hermosilla en 1767, con la colaboración del arquitecto y fontanero mayor de la Villa Ventura Rodríguez, a quien por esta razón se le encomendó la traza de las fuentes.
El diseño del monumento de Ventura Rodríguez fue complementado con las esculturas talladas por Alfonso Bergaz, que se ocupó del tritón y la náyade, y Antonio Primo, autor de los amorcillos y la alcachofa, que la da nombre, aun cuando el erudito Antonio Ponz consideraba que era un lirio. La columna central y el tallo de la alcachofa fueron ejecutados por el adornista Miguel Ximénez en 1782 y el grupo de niños fue retocado posteriormente por el escultor José Rodríguez».
La verdad es que la fuente original está en un lugar ideal. Guarda unas magníficas proporciones con el espacio donde está situada y además el resultado paisajístico fruto del arbolado circundante es, sencillamente, sublime; en todas las estaciones. Es un monumento cercano y accesible, protegido sólo por un minúsculo cercado hecho con pequeños arcos de acero. Tan cerca de ella se pasa que cuando hay viento la cortina de agua que mana del plato superior invade la vía, «duchándose» uno facilmente si no va atento. A todo ello se suma que está en un nodo neurálgico del parque, por lo que tiene un intenso nivel de disfrute por la ciudadanía. Es un monumento perfecto en todos los sentidos.
La de Atocha, en cambio, es poco visible -y de hecho pasa inadvertida para muchos-. Ello se debe, por un lado, a su reducido tamaño respecto al de la plaza, que es totalmente desproporcionado y, por otra parte, al hecho de que sea de bronce, lo que la hace confundirse con el entorno. Además está muy lejos de las aceras accesibles y para mayor dificultad, si cabe, está inscrita en una especie de plataforma de gran tamaño y rodeada de tráfico.
Sin duda, para apreciarla hay que ir al Retiro.
Pero aún hay más fuentes de La Alcachofa…
En la zona que compone el área de la candidatura a Patrimonio Mundial tenemos otras dos fuentes que reciben esta denominación. También están en El Retiro y también son iguales entre sí, pero no porque una sea una réplica de la otra, sino porque son gemelas. Hablamos de las Fuentes de la Alcachofa del Parterre.
Se trata de dos láminas de agua gemelas dispuestas geométricamente y a la misma altura, una a cada lado del eje principal de la traza del jardín. En los diseños franceses, a cuyo estilo pertenece El Parterre, es normal encontrar composiciones en espejo con elementos duplicados.
El Parterre data de principios del siglo XVIII, con la llegada de la dinastía borbónica en la figura de Felipe V y el gusto por lo francés. Sustituyó al llamado Jardín Ochavado, construido con el planteamiento originario del Palacio del Buen Retiro, al principios del segundo tercio del siglo XVII.
Estas fuentes son unos de los escasos elementos que se han mantenido del diseño original del Parterre, llevado a cabo por René Carlier, discípulo de Robert de Cotte, jardinero de Luis XIV de Francia. Podrían datar de alrededor de 1712, así que serían incluso más antiguas que las otras fuentes de La Alcachofa.
Y esto es todo por hoy.
Espero que hayáis disfrutado con el artículo.
Saluda Antonello.
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[…] también se haría cargo de las otras tres fuentes del proyecto: la de Apolo, la de Neptuno y la de La Alcachofa. Posteriormente se irían añadiendo y eliminando otros elementos hasta alcanzar el aspecto que hoy […]